Inocente palomita
que te dejaste engañar
sabiendo que ni en este día
una plataforma empresarial nos quiere comprar
… y tampoco es que queramos vendernos.

¿Es necesario que Netflix haga una serie sobre nuestras propias historias para considerar que lo que hacemos es valioso? En un contexto donde el entretenimiento digital se volvió mucho más importante de lo que era antes, es importante reflexionar sobre qué narrativas en forma de películas, documentales y series consumimos.

Si damos un breve paseo por el menú principal de Netflix y de otras plataformas similares buscando historias basadas en la vida real, que giren en torno al emprendimiento y a la llamada superación personal, encontraremos historias en donde el éxito se mide en popularidad, ganancias económicas, excepcionalidad, glamour y  la posibilidad de abrir camino a nuevos modelos de negocios que no necesariamente aportan a la construcción de sociedades más justas.

Éste es un mundo de grandes tiburones corporativos hambrientos de nuevas historias para explotar. Fabrican la ilusión de que, con un poco de esfuerzo, todos pueden convertirse en los siguientes Elon Musk, Steve Jobs, Bill Gates: hombres blancos que no representan la lucha constante que es mantener un proyecto cultural independiente (de eso hablaremos mañana).

La creatividad funciona en tanto se puede comercializar y legitima o embellece al monstruo capitalista. ¿Qué pasa con esa otra creatividad que es crítica e incómoda, que no va en línea con los parámetros tradicionales de éxito? Esa, claro, no cabe en Netflix.

Sabemos que ni a Netflix ni a ningún otro tiburón del entretenimiento le interesa contar nuestras “insignificantes” trayectorias culturales, pero a Baladí sí. Nos interesa relatar y compartir nuestra propia historia, la de nuestra audiencia y la de nuestras/os colegas, los contemporáneos, los pasados y los que aún no existen. Hay tantas posibilidades, ¿por qué quedarnos en el mismo molde limitado y casi irreal?

Reconociendo el valor de nuestras voces, esfuerzos, luchas, caídas y levantadas, tenemos preparado un texto que reunirá las experiencias de nuestras/os colegas del mundo cultural durante este año tan complicado en el que el hecho mismo de haber sobrevivido fue ya todo un éxito.

¡Les esperamos mañana en este espacio digital! (clic aquí para ir al texto)

 

Comité Editorial
Susana Colin
Humberto García