Terminamos el año felices y fuertes; lo leemos en las líneas del #DiarioColectivo. Ni el racismo, ni el clasismo, ni la violencia, ni el amor no-correspondido y aprovechado, ni el fin de semestre pudieron derrotarnos. Seguimos caminando, buscando, acaso valorando y aprendiendo de lo efímero, como dice uno de nuestros colaboradores.

Demos vuelta a la página y sigamos escribiendo lo baladí del cotidiano.

¡Muchas gracias por compartir palabras y lecturas! ¡Feliz año!

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Lunes 3 de diciembre del 2018

Caminamos más de 25 cuadras y esperamos 2:53hrs. Viajamos en transporte de primer y tercer mundo y al final no hallamos boletos. No todos los caminos conducen a Roma.

Transeúnte des-memoriado

Miércoles 5 de diciembre del 2018

 

Fui a comprarme una latita de chela y sentí feo por la miradilla de desaprobación que me echaba el chico de 10 años que atiende la tienda porque me ve comprar alcohol sola entre semana.

Ojalá que cuando crezca y esté en fin de semestre recuerde y diga “esa chica sabía el secreto”

Negrita cucurumbé

 

Martes 18 de diciembre del 2018

¡Regresó el México en blanco y negro a la pantalla grande! pero, a diferencia de lo que todos piensan, para mí, siempre estuvo ahí;

Lo visible siendo invisible.

Las desigualdades profundas a causa del color de piel y la clase social siendo cotidianas.

Este año el México en blanco y negro traspasó como nunca mi ser y me indicó el lugar al que pertenecía.

Así, en una reunión entre judios me sentí inspeccionanda, miradas de abajo a arriba y arriba a abajo, ¿qué hacía yo ahí?, se preguntaban.

En la tienda de cosméticos la vendedora acarició mi mejilla con entusiasmo, recordándome que mi piel no era como la de las demás, la mía se parecía a la de Rihanna y por su puesto necesitaba productos para un cuidado especial.  

En el salón de clase, cuando la profesora quiso explicar el racismo miró de reojo a todo el salón y diciendo mi nombre logro usar “mi tono de piel” para ejemplificarlo.

Para el México en blanco y negro este año fuimos “prietos en aprietos”, conviviendo en espacio y tiempo con “fifis”, “hipsters” y “mirreyes”.

También, fuimos los protagonistas en la encuesta nacional sobre discriminación del INEGI que indicó que los de nuestro color de piel tenemos en mayor medida una educación básica incompleta y menor grado de desempeño laboral en puestos de dirección, empleos administrativos y en ventas.

Es diciembre, y en el México en blanco y negro en muchos lados se sigue escuchando que la gente cree en la virgen aunque ella sea morena…

Mariquita L.

 

Recuerdo de la Billita

Jueves 20 de diciembre del 2018

Mi día estuvo agitado pero no deje de recordarlo:

Caminábamos sobre la acera de avenida Insurgentes, estaba oscuro, le acababa de confesar que me gustaba. Caminó lento, se detuvo y me dijo: a ver espérame. Cesé de caminar, atrás de mí había una árbol enorme y el faro de la avenida creaba un reflector. Bajo esa luz, tomó mi cara entre sus manos y me besó. Cerré los ojos, metí las manos dentro de mi chamarra. Hizo que volara. Me soltó. -No-, concluyó.

Este es un amor sin vuelta, no hay puente. No quiere construir algo conmigo, no quiere leer los poemas que le he escrito, no quiere contarme las historias que creía de pequeño, no quiere compartir sus sueños, no desea perderse en mi cuerpo, no quiere que sea su musa, no quiere ser mi Adonis, no quiere caminar junto a mí. No quiere.

El amor no siempre es correspondido pero no por eso es menos especial.

El amor no es posesión del otro, sino de ti mismo.

Senderepia

Domingo 23 de diciembre del 2018

Apliqué los consejos que tanto doy cuando me transformo en Doctora Corazón…. y me siento plena. ¿A cuánto cabrón hay que soportar antes de aprender a amar? Ni uno más.

Amaranta

 

Jueves 27 de diciembre del 2018

Los movimientos han sido mayores que otros dias, es curioso ver todo ello a pesar de las dificultades y diferencias, la convivencia perdura a fin de tener una celebración más, una reunión donde no se sabe del futuro en concreto más allá de las obligaciones, donde el brindis del bohemio, las uvas y las divertidas peleas por las tareas y organizaciones no pueden faltar. Como los demás años, soy más un espectador, valorando y aprendiendo de lo efímero, de lo que vivo.

Un año más, no lo considero un nuevo comienzo del todo, sino una reafirmación del pasado y de lo que implica, afrontando un presente, también efímero.

Alfonso ._.

 

Jueves 27 de diciembre del 2018

Este jueves fue uno de los días en los que más he sentido miedo.

Miedo por mi vida, miedo por la inseguridad, miedo por ser mujer.

Esta emoción es inherente al ser humano, nos hace estar alertas pero es horrible vivir así, cuidar cada paso que das, escanear a cada persona que sube al transporte público para saber si debes bajar antes de que inicie un asalto y te quiten lo poco que has conseguido con tu trabajo.

Todo eso pasaba por mi cabeza mientras viajaba en el transporte público de Iztapalapa, en el oriente de la Ciudad de México. Llegué a Santa Martha Acatitla. Alguien pasó corriendo, me empujó. Estaba ansiosa, me dolían las entrañas. Vi cuando los policías alcanzaron a derribar al sujeto que me había golpeado. Pasaron frente a mí, me percaté de la sangre que manchaba su ropa pues tenía una herida de bala en el hombro. Caminé detrás de la multitud que estaba deseosa de saber qué sucedía. Además iban en la misma dirección que yo porque debía cruzar un puente peatonal donde quedó un hombre tirado en el suelo dentro de un charco de sangre.

De pronto vi a un hombre tirado en el suelo, en un charco de sangre. Las personas contaban lo que había sucedido. “Iban cortando cartucho, echaron balazos para todos lados”, esa frase retumbó en mi cabeza. Si hubiera llegado 5 minutos antes hubiera estado en la balacera. Mi cuerpo se estremeció. La sensación de vacío y de soledad se hicieron presentes.

Tengo miedo de esta violencia normalizada, tengo miedo de mis congéneres pero también tengo un profundo odio al deseo de poder. Odio la miseria de la humanidad, odio por cada persona que fomenta cualquier acto delictivo, odio a todo aquello que corrompe el alma, pero agradezco haber llegado minutos después del fuego cruzado para contar mi ciudad tan llena de vida y de historias.

 

Naxo Loxa