Ofrenda al coda.

Por los que agonizan,
que el umbral del silencio
les permita sellar los ojos
y con calma exhalar el camino 
hasta el mar donde ya los espera
la afable recompensa de la savia eterna.

Por los que están dormidos,
que cuando las lámparas se enciendan
nuestra ofrenda los alimente de cariño,
de nuestra esperanza y melancolía,
de nuestro deseo de tener su presencia
de nuestro respeto, gratitud y algarabía.

Por los que en paz descansan,
que su cálida luz nos guíe al jardín
inmarcesible de la otra vida
allá donde el alba nunca culmina
en los impasibles territorios que 
serán nuestra inefable morada algún día.

Por nosotros mismos,
que la vida nos permita matar
todo lo que nos aniquila
que en lo profundo nos deje enterrar
todo lo que nos marchita
y que nos deje florecer en el afán
de una próspera glosa propia, inédita e infinita.

Daniel Pascual Duarte Muñoz

Nací en la Ciudad de México en 1990. Soy Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente estudio la Licenciatura en Gestión Cultural en la Universidad de Guadalajara. En 2014 gané el primer lugar del concurso de ensayo para estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado, “México y la responsabilidad global” del Instituto Matías Romero de la Secretaría de Relaciones Exteriores. He tomado cursos y talleres de escritura creativa en la Escuela Mexicana de Escritores con Eduardo Antonio Parra. Mis ensayos y poemas han sido publicados en Revista Taller Igitur, Revista Primera Página Revista Letramía y Revista Palabrerías. He trabajado en la Organización de las Naciones Unidas y en la UNESCO. Algún día quiero retirarme a un lugar solitario a hablar conmigo mismo como Robert Walser.

Imagen: James Abbott McNeil Whistler, Nocturno en negro y dorado: el cohete que cae (pintura sobre tabla), 1875