Actualmente, los vínculos que son necesarios para cualquier relación en comunidad se encuentran en una constante transformación, cuestión que no resulta extraña si recordamos los profundos cambios que Byung-Chul Han menciona en Topología de la violencia (2016), los cuales no se dan sólo en la manera de producir/acumular, sino que tienen impactos en la vida de los hombres.

De acuerdo con este autor, la violencia se ha convertido en el comportamiento social que se encuentra en las sociedades de rendimiento, el impacto de esto sobre las personas es a la vez interno y externo, en las relaciones que entablan con los demás; en lo personal el achaque más extendido ya no es el que viene de fuera, como los virus o enfermedades provocadas por otro agente, sino que es la depresión que el propio individuo se genera, al relacionarse exclusivamente con sí mismo.

En La sociedad del cansancio (2010) Byung Chul Han plantea que la única relación que tiene el sujeto es con él mismo, pues el exceso de positividad borra a lo diferente, todo lo que potencialmente pueda ser extraño lo convierte en un igual, se genera así una violencia, no proveniente de lo externo, sino de lo idéntico. Se elimina así al otro, como ser diferente a uno mismo, ese otro es el único con el cual es posible entablar una relación potencialmente constructiva, pues el vuelco a uno mismo no genera más que depresión y cansancio en el sujeto, además de una pretendida libertad que en realidad es una nueva forma de explotación.

 

La depresión individual afecta las relaciones que son necesarias para formar una comunidad política, así, en estos tiempos de positividad violenta se necesita negatividad, se necesita la entrada del otro, del otro como amigo, del amigo como otro. La apertura al otro, ya sea en el sentido del Eros o con la amistad no significa pretender ser uno mismo con aquel hacia quien se siente afección, se hace indispensable cierta distancia -un entre- para reconocerse como diferentes, como un otro respecto a sí. Esto, como tal, es ya un cambio en el tipo de vínculos imperantes en la actualidad, sin embargo, una modificación más profunda es la búsqueda de la autonomía propia y del amigo, y lo es mucho más la aceptación de la necesidad propia y el saberse necesitados por otro sujeto.

Si la amistad modifica la dinámica social en el presente, el amor abre posibilidades, es una coyuntura y con su promesa guía la acción para vivir de forma distinta; ambas relaciones quiebran el ensimismamiento del sujeto y lo convierten en amigo y/o amante, la diferencia está en la pasión del acto amoroso y la trascendencia que radica en éste, la cual abre un espacio que está en, pero va más allá de esta vida.

A la amistad y al amor a los que me refiero pueden encontrarse en La Agonía del Eros de Byung-Chul Han y en La amistad de Simone Weil; para salir de la profunda depresión que parece ser la enfermedad de esta generación resulta imprescindible no solamente reflexionar sobre nosotros mismos, sino replantear la manera en que nos relacionamos con los demás, con lo cual será posible modificar nuestra realidad.