Aquel que olvida su historia está condenado a repetirla

George Santayana

6 de enero de 2009

Pasó las fiestas navideñas lejos de su familia y ahora manejaba un camión cargado de frutas en alguna carretera en Italia. Frente a él se extendía una curva que se antojaba como la única solución, tras haberlo intentado todo. “No tomes la curva y acaba con la hipoteca y con todo”, pensó.

La imagen de sus hijos y del matrimonio de españoles que tiempo atrás le avalaron el crédito hipotecario, y que ahora estaban en riesgo de perderlo todo también, fue lo que impulsó a Gustavo Gaytán a pisar el freno y seguir adelante. A enfrentar la curva y  la desgarradora crisis que lo arrastró a él, junto a un millón de españoles de todas las clases sociales, al paro económico y al umbral de la pobreza en menos de doce meses.

25 de Octubre de 1941

No, no volveremos a vernos. Ayer al mediodía atacamos otra columna de Hitler. Una granada nazi impactó contra el tanque y explotó dentro. Mientras estaba conduciendo el vehículo hasta el bosque, Vasili falleció. Yo estoy herido de gravedad. (…) Pasará el tiempo, las heridas cicatrizarán, se construirán nuevas ciudades, se plantarán nuevos jardines. (…) Tendrás hijos preciosos, volverás a querer. Pero yo me voy, os dejo sintiendo un gran amor hacia ti.

Iván Kólosov –subteniente ruso– trataba de escapar de un cerco nazi junto con otros tres tanquistas. Fue ahí donde escribió esas últimas palabras a su amada Varia, quien las recibiría 25 años después cuando el tanque fue encontrado. Esta historia se sumaría a las de más de 15 millones de soldados que perdieron la vida en los campos de batalla, luchando por sus naciones y por darle fin a  una guerra total que, se estima, terminó de forma inhumana con la vida de más de 50 millones de civiles en todo el mundo.

9 de Septiembre 2001  

Mamá, soy Welles. Quiero que sepas que estoy bien.”

Al terminar el mensaje, enviado minutos después de que el vuelo 175 de United Airlines se estrellara contra la torre, Welles Crowther bajó al piso 78 y tomó la poca experiencia que adquirió como voluntario de bombero para ayudar a los sobrevivientes a evacuar el lugar.

Crowther tenía sólo 24 años y trabajaba en el piso 104 como comerciante de viejas acciones. Ese último día de su vida se inmortalizaría como el héroe anónimo que salvó más de una docena de vidas. Esa fecha también pasaría a la historia como el día en que la búsqueda de supremacía por parte de un grupo ideológico extremista, terminó con la vida de más de 3,000 personas en el World Trade Center.

Día presente

Sí, recordar es volver a vivir. Y ¿para qué revivir momentos tan deplorables en la historia del mundo?

La Segunda Guerra Mundial, el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York y la crisis inmobiliaria de 2008 tienen algo en común: fueron resultado de decisiones tomadas por pocos pero sufridas por muchos.

No obstante, esa realidad, inalterable en el pasado e inevitable en el futuro, no se puede negar. Por ello es necesaria la nostalgia. Es el único medio para aprender las lecciones de la historia y tomar ventaja de los aciertos pasados.

Ponerles nombre y apellido a los verdaderos protagonistas de la historia es honrarlos, pero sobre todo es la mejor ruta para tomar decisiones en la actualidad internacional. Recordarle al mundo su historia es darle un mejor camino a seguir.

Fotografía 4 Por UA_Flight_175_hits_WTC_south_tower_9-11.jpeg: Flickr user TheMachineStops