Escribimos desde el día a día, desde el dolor, la nostalgia y la sorpresa. El cansancio eterno que se aliviana con otras miradas, grandes y chiquitas. Escribimos porque sentimos, respiramos y soñamos desde la más firme tierra y desde las profundidades del agua.
Gracias por el testimonio de nuestros días.
Susana Colin
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Viernes 2 deabril del 2021
Ayer fue un buen día: vacunaron a mis papás con la primera dosis de la vacuna. No tuvieron reacciones y se sienten bien. Mientras los esperaba a la salida del edificio del DIF, rodeada de gente de todas las edades y algunos puestos de botanas, me llegó el recuerdo de los días de la primaria, pensé en el barullo de los niños que salían corriendo a la calle a comprar dulces, pero la ilusión se rompió cuando en lugar de chiquillos llenos de energía salieron adultos mayores, algunos en silla de ruedas, otros con bastones o con muletas. Me enteré de una señora de 80 años que fue sola por su vacuna, en contra de los deseos de su familia, me dió gusto ver a tanta gente en fila para vacunarse a pesar de tantas teorías conspirativas, a pesar del tremendo caos vial, a pesar de ser día laboral y de que avisaron de un día para otro. Ayer fue un buen día, vacunaron a mis papás.
Belem
Lunes 5 de abril del 2021
Otra vez las caras acechan, la tristeza de haberlas perdido.
Aunque la tristeza sea ajena, se vuelve un gancho, aunque la alegría sea propia, la desgarra el gancho, trayendo las caras a comparar.
Ya no puedo hacer poemas, es demasiado el dolor indecible.
Camino en la cuerda floja, cuando bien me va miro adelante, hay cierto placer en lograrlo, pero por más que quiera no puede haber dos, ni en fila, menos de la mano.
Porque me caigo a las llamas de los recuerdos, olvidando mi compañía, que se consume en otra parte
inalcanzable.
¿Cuánto tiempo va a durar esto?
Viernes 9 de abril del 2021
Ya me harté
¿A dónde me voy a escapar?
Si todo está ardiendo en llamas
El calor me recuerda cómo todo murió
Cómo el sol es más fuerte que mis intentos por refrescarme
Por hacer crecer retoños, que se queman de tan frágiles.
Ahora yo soy el sol, no puedo tener a nadie cerca
Es más peligrosa la posibilidad de otra decepción.
En esta ciudad no conozco a nadie, parece que así estoy bien.
Isabel Carballo
Jueves 15 de abril del 2021
Pájaros en el piso
Hay días en los que la gravedad hace su trabajo, despertamos y sentimos una imperante necesidad de permanecer pegadas a la cama. Esos días siento en mí un pesar tan grande que podría medirlo en kilogramos encima de mi espalda. Sensación que solo desaparece si pienso en que estoy pegada a la tierra porque solo así puedo recargar mi batería, nutrir la energía de mi cuerpo besando la tierra, oliendo el paso mojado. La vida humana nos dicta que pertenecemos al mundo de a pie, que tenemos que levantarnos, caminar, ir y venir ¿pero y si me convierto en gusano? Quisiera ser serpiente un día y escarbar en la tierra hasta desaparecer.
Hoy me di cuenta que el centro de la tierra es morado, sí es fuego, pero es morado.
Mariquita López
Jueves 22 de abril del 2021
Estoy frente a la tumba de mi abuelito, tenía poco más de 3 años sin venir, sin embargo hoy no vine sólo por él, me hubiera encantado que así hubiera sido, pero no, tan solo a 2 tumbas de la de él ahora ya se encuentra descansando (o al menos así lo quiero pensar) mi tío. No lo voy a negar sigo en shock y el venir a ver en dónde quedó me sirvió para asimilar poco a poco que ya no estará más.
Siempre vi en mi tío a un esposo amoroso, a un papá protector a un buen cuñado y así podría describir muchas cualidades que ahora sólo llevaré en mí memoria.
Ann
Domingo 25 de abril del 2021
Fin de semana en Tezoyuca. Esta vez decidí acompañar a los niños en sus aventuras. Encontramos una camada de seis cachorros, todos pequeños, con las panzas abultadas y las patas flacas. Hallamos a su mamá, descubrimos que tenían dos. Otros tantos perros nos empezaron a seguir cuando se percataron de que teníamos comida en las manos, la cual sacamos a escondidas de la casa. Empezó a llover, no podíamos cargar con los cachorros, no sabíamos si tenían dueño, pero supusimos que no. Hicieron un intento de casa, con restos de esponja que sacaron de un viejo sillón, con bolsas y pedazos de ropa que encontraron en los terrenos baldíos. Regresamos a casa, con tristeza en las manos, por no poder hacer más.
Al compartir ese pedazo de vida con ellos me encontré en sus risas, en la desobediencia, en ese andar bajo la lluvia sin titiritar. Ver sus ojos indignados, sus pies y manos haciendo algo frente a eso que les dolía me dejó esperanza. Por un rato tuve la certeza de que aún hay tiempo y espacio para construir otro mundo.
Crystal Torres
Martes 27 de abril del 2021
Olíbano y tabaco
No comprendo como todo está bien pero algo dentro de mi llora por las noches; no comprendo porque siento un pesar y un vacío inmenso que sólo reconozco cuando vuelvo a leer a Fuentes; no comprendo qué o cuál pérdida estoy llorando.
Es un dolor que no reconozco que nace de mi pecho y se extiende a mis extremidades entorpeciéndolas. Bueno, quizás sí reconozco ese dolor.
Me dije antes de volver a llorar: “Estoy aferrándome a no morir”. Y si ya sé, que lo que renacerá es distinto y más grande, ¿por qué me aterra soltar esa parte de mi?
Hoy quise culpar a mi entorno, culpar a la gente abusiva porque no sé decir no, culpar a la desconfianza de mi inhabilidad. Y un soplo de olor a tabaco me preguntó si de verdad el entorno tiene la culpa de lo que yo percibo.
Yo dejé de fumar hace más de un año. Me senté y el olor a tabaco se volvió un retrogusto que me obligó, nuevamente, a poner atención no sólo a mi entorno sino a las personas que me rodean. A veces olvidas que todos sentimos, pensamos y respiramos, Darien.
Y el retrogusto adquirió una esencia amaderada.
D RV
Jueves 29 de abril 2021
A veces me parece escuchar sus pasos en el patio, detener sus pisadas en el tapete sanitizante y girar su llave para abrir. Hay días en los que me pesa muchísimo saber que ya nunca va a cruzar esa puerta para saludarme, preguntarme cómo estoy e ir a la recámara de mi abue a ver telenovelas y chismear.
Seguro que se habría emocionado al recibir sus dosis de la vacuna y se habría preocupado cuando operaron a la Bella. Habría llorado al ver entrando a Luisín de nuevo a la guardería y se habría dado una escapada a Aguas el fin pasado.
Siento que de alguna manera hizo todas esas cosas y más, que ahora su vida se extiende en la nuestra. Y que nos acompaña siempre.
Humberto García
Viernes 30 de abril del 2021
Es extraño cómo el tiempo avanza, seguro cómo viaja, cómo vive, cómo cambia. Cómo muere, cómo alivia, cómo duele, cómo se reinventa y cómo se reintegra; igual que la materia. Sé que soy un fragmento del tiempo, pero creo que nuestra unión no había sido tan fuerte como lo fue en este abril. Me contó tantas cosas y miramos atrás, cuándo sólo veíamos raíces; fuertes, vastas, y seguras crecían; reían, jugaban, discutían. Miramos atrás, cuando sólo observábamos. Y ahora que son en pétalos crujientes, abril decidió reintegrarlas. Creo que ahora serán una gardenia y un clavel; me pareció fascinante, ¿Cómo es que el tiempo avanza?
Diana ML
Viernes 30 de abril del 2021
El agua me envolvió estos días. No se trata de que haya ido a visitar el Pacífico después de 10 años o de cómo lo comparé con el Mediterráneo. Tampoco se trató de ese río que con su cauce nos iba guiando en el camino, ni la lluvia que nos sorprendió en un momento. No fue el hecho de que las amistades hablaran sobre los problemas del agua embotellada, las ideas sobre por qué la consumimos y los influencers. No fue el video sobre la forma en la que el agua se adapta a diferentes circunstancias en milésimas de segundos o el poder disfrutar del sonido sordo que te rodea cuando metes la cabeza en una alberca.
Tal vez, como escribe Martha Riva Palacio, fue su llamado, un instinto sobre las múltiples voces y mensajes que envía a quien quiera escuchar. O puede que sólo fuera que leí esas palabras en el momento adecuado, así como cuando leí que el próximo mes tendrá un trino de energía de signos de agua.
El punto es que todo combinado me hizo pensar en que es el momento de ser como el agua: flexible y confiada, que se deja fluir a pesar de los obstáculos. El agua soy yo, literal y figurativamente, me acompaña y me hace en un ciclo infinito. Y ya no lo quiero olvidar.
El otoño es naranja