Perdidos entre los muchos y diversos asistentes, escuchamos las voces de importantes instituciones internacionales hablar sobre la Agenda 2030 y el papel de la cultura en ésta.
Se trata del primer día de actividades del V Foro de Economía y Cultura, todos lucen emocionados, nos preparamos para comenzar el Diálogo Estratégico titulado Agenda 2030: horizonte de desarrollo y marco de sostenibilidad.
Algunas de las intervenciones que llamaron nuestra atención y nos pusieron a pensar…
- “La cultura es la gran ausente”, afirma María García Holley, directora de Artes del British Council. En efecto no existe un objetivo de la Agenda 2030 específico sobre cultura; ésta aparece como un complemento a los otros (educación, ciudades y asentamientos humanos, consumo responsable).
- “La cultura siempre ha estado vagando entre dos polos distantes: quienes la consideran como exclusivamente las bellas artes y quienes la piensan como el medio que nos va a salvar de todas las calamidades”, aventura Carlos Tejada, coordinador de Proyectos, UNESCO en México.
- “A la cultura le hace falta poder identificar sus contribuciones, salir de las creencias de que ‘la cultura ayuda a tal y cual’ y pasar a la demostración de que efectivamente lo está haciendo […] que pueda documentar sus procesos” continúa Tejada.
- “Yo soy de los economistas que creen que lo importante es la riqueza de las naciones”, así comienza la intervención de Agustín Filippo, del Banco Interamericano de Desarrollo, quien puso, implícitamente en la mesa la discusión: ¿qué es más importante, el crecimiento o el desarrollo económico?
***
Todavía tenemos atravesadas las reflexiones cuando entramos a la primera parte del taller Derechos culturales y Agenda 2030 que forma parte de las actividades complementarias de este foro. En una cómoda salita nos encontramos con abogados, antropólogos, historiadores, gestores culturales, comunicólogos, y otras muchas formaciones.
“¿De qué hablamos cuando hablamos de la cultura, lo cultural, la política y lo político?”, nos interpela Niurka Chávez. Su experiencia como gestora y miembro de #Red_esCultura, junto con la de Lisa Moncada, nos va guiando a través de la bruma de conceptos y normativas que envuelven al ejercicio de los derechos culturales.
Aquí, la cultura sí es explícita.
“Los derechos culturales son quizá los más cambiantes, pues reflejan casi de inmediato los contextos sociales de la población. Son los menos abstractos” señala Lisa Moncada. Poco a poco las dinámicas de la política cultural, el tirón entre Estado, gestores culturales y sociedad, van quedando más claras, aunque no menos complejas. En este contexto las talleristas nos invitan a no dejar de reflexionar:
- ¿Cuáles son nuestros derechos culturales?
- ¿Cómo los hacemos exigibles ante las instituciones y ante el Estado?
- ¿Cómo nos protegemos ante la violentación de estos derechos?
- ¿En qué momentos deberíamos pensar a la cultura como bienes de consumo?
Termina el taller y nos salimos un rato. Sentados en la banqueta nos ponemos a pensar en lo que acabamos de escuchar: si la cultura es la gran ausente en la mayoría de los tratados y las normativas internacionales y nacionales, porque aparece apenas sugerida de manera implícita, nuestra tarea es conocer los marcos en los que los derechos culturales han sido abordados de manera directa para así ir consiguiendo su respeto, garantía y protección.
***
Esto apenas es una probadita del V Foro de Economía y Cultura. El día de mañana, y hasta el viernes, continúan el diálogo, la reflexión y las actividades. No se pierdan la oportunidad de escuchar otros puntos de vista y de seguir pensando nuestro lugar en el mundo cultural.
Texto: Susana Colin y Humberto García
Fotografías: Humberto García