Para hacer frente a los muchos retos urbanos que día a día nos ponen a prueba, los citadinos desarrollamos habilidades especiales, como abordar el metro cuando éste va lleno o adivinar entre los puestos de tacos el más higiénico.  A veces uno aprende por consejos, otras veces se aprende en la práctica. Hay quienes no aprendemos nunca, claro. Hablando de la inminente inseguridad que se vive en la Ciudad de México, existen acciones-defensa1 que tomamos por naturales y que quien no vive aquí podría encontrar extrañas. Me refiero a, por ejemplo, dividir el dinero y esconderlo en los calcetines, el sostén o en el cabello; llevar 2 celulares (el bueno y el “chafa” que daremos si nos asaltan), cambiarnos de acera si vemos a un hombre intimidante (sea de noche o de día), no usar joyas, informar de nuestros movimientos a algún familiar, bloquear con muchos cerrojos las puertas de nuestra casa, desconfiar de los policías, evitar ciertas calles, puentes peatonales y plazas por la noche, cargar gas pimienta, memorizar los números de emergencia, etc.

En un acto reflejo, señalamos al “gobierno” (léase Peña Nieto, Mancera, el delegado, los policías, los diputados) como responsable de tal situación, que dicho sea de paso, es reflejo de problemas mucho más grandes como la pobreza, el desempleo y la corrupción. Pocas veces nos preguntamos por nosotros. ¿Qué papel jugamos como ciudadanos de a pie? ¿Podemos aportar algo para aminorar esta situación? En este artículo no hablaremos de los asaltos, secuestros y acosos sexuales de los que todos los días nos enteramos. Más bien pondremos el foco en uno de los núcleos de organización vecinal que les hacen frente.

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La Jardín Balbuena (JB) es una de las colonias más conocidas de la Delegación Venustiano Carranza, en la Ciudad de México. Ubicada a 4 kilómetros del Centro Histórico y a 2 kilómetros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, fue fraccionada hacia los años 50 del siglo pasado en lo que eran llanos interminables a las afueras de la ciudad. Dentro de las muchas cosas que caracterizan a este barrio, como su histórico nexo a la aviación y al deporte,  se suman sus calles curvas y retornos, además de los edificios habitacionales como la Unidad John F. Kennedy con su clásico color amarillo.

Yo vivo en la “JB” desde hace siete años. Aunque me gusta andar en bici en sus calles y platicar con los viejitos que viajan en la micro de la colonia (Zócalo-Av. del Taller), no he llegado a conocer a cabalidad la dinámica del barrio. Un día cualquiera, mientras distraída navegaba en Facebook, me apareció un grupo sugerido: Vecinos Jardín Balbuena DF. Pedí unirme y tras ser aceptada, descubrí un espacio virtual muy interesante. En ese grupo, los vecinos denuncian robos, perros perdidos, piden recomendaciones de plomeros, anuncian los negocios locales… en fin. A partir de mi inserción en este grupo, comencé a mirar a la colonia desde un punto de vista distinto. Me enteré de que en la colonia tenemos un bar-karaoke, descubrí las hamburguesas más ricas del universo y también conocí el trabajo que realiza el Comité Ciudadano Jardín Balbuena III en materia de seguridad en colaboración con el resto de los vecinos.

 

A finales de octubre, éste Comité Ciudadano convocó a la presentación del Programa de Prevención al Delito “Código JB”. Intrigada, acudí un viernes a las ocho de la noche al punto de reunión; una iglesia cristiana que prestó el espacio a los vecinos. Habríamos entre 100 y 150 personas desde jóvenes hasta adultos mayores. El equipo del Comité tomó la palabra y explicó la estrategia que con ayuda de académicos especialistas diseñaron. Se trata de once recomendaciones de prevención a llevar a cabo entre vecinos y otras once recomendaciones a nivel personal.

Estas son algunas de las acciones propuestas a nivel vecinal:

  • Conformación de comités de vigilancia por retorno/edificio

La idea es formar pequeñas células de organización que se conecten con la “organización general”. Esto se realiza a través de grupos de Whatsapp y  Zello2, donde se avisa en tiempo real de situaciones de emergencia. No es lo mismo que una persona pida una patrulla o ambulancia a que lo hagan 15 personas simultáneamente, por ejemplo.

  • Padrón de vehículos y personas sospechosos

A fin de llevar registro  del modus operandi de los asaltantes en la colonia y permanecer prevenidos en toda la zona.

  • Padrón de personas vulnerables por edificio/retorno.

Considerando la gran cantidad de personas adultas mayores en la JB y los riesgos a los que éstos están expuestos, se recomienda registrar los nombres, enfermedades, medicamentos, alergias y números de contacto de familiares cercanos.

  • Plan “Adopta un andador”

Los muchos callejones y cerradas que caracterizan a la colonia, funcionan como escondite efectivo de delincuentes. Se exhorta a los vecinos para colocar en los andadores lámparas con sensor de movimiento.

  • Rondines ciudadanos.

Consiste en conformar grupos de vecinos para salir a caminar por la colonia en diversas horas del día y la noche, a fin de garantizar la continua presencia en las calles. Contra la tendencia al encierro, se propone salir, sentirse seguro en compañía y vigilar un cuadrante definido de forma organizada y rotativa.

El resto de los puntos se pueden consultar acá (https://drive.google.com/drive/folders/0B4Q_3-xEozxiNWwtN1FnbWlsMk0).

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Una vez finalizada la exposición vino la sesión de preguntas. Algunas personas convocaron a sus vecinos de edificio/calle/retorno para reunirse al terminar la reunión, otras felicitaron al Comité y algunos otros, que no entendieron muy bien el mensaje del plan, hablaron para quejarse de lo que viven en sus calles, en sus casas. Digo que no entendieron bien porque si algo se dejó en claro, es que más allá de quejarnos debemos actuar.

Salí de la reunión contenta. Lo que me parece más importante y que deseo resaltar, es que parten de la premisa de que la organización entre vecinos es la mejor arma para combatir la inseguridad. Se mira fácilmente en nuestro día a día: mientras más fragmentada sea una zona, mientras menos se conozcan las personas que habitan un mismo lugar,  es mucho más fácil sentir miedo; encerrarse en casa y no salir más a la calle. Pocas veces señalamos la responsabilidad ciudadana que cada uno tiene con su entorno. Más allá de denunciar los muchos problemas que nos aquejan, debemos ser conscientes que para vivir en mejores condiciones debemos también involucrarnos, conocernos y organizarnos.

Enhorabuena al Comité Ciudadano Jardín Balbuena III.

Agradezco a Álvaro Juárez, miembro del comité, por compartir su experiencia.

  1. Cabe señalar que dichas acciones-defensa se intensifican si se es mujer. La inseguridad se vive distinto en cuestión de género.
  2. Aplicación de walkie-talkie para móviles.