Migración: un breve recorrido histórico

La salida de comunidades humanas de sus lugares de origen, ya sea de manera temporal o permanente, atiende a motivos diversos. En este artículo expondremos, a través de ejemplos históricos, algunas de las principales causas migratorias que han surgido a lo largo de la historia humana. Nuestro objetivo es el de ampliar la mirada en torno al tema de la migración, puesto que se trata de un proceso humano mucho más largo y complejo de lo que tendemos a pensar.

1. Migración por cambio climático. El progresivo poblamiento del mundo por los homo sapiens atendió a cambios climáticos ocasionados por movimientos del eje terrestre. Los fríos y áridos períodos de la Edad de Hielo (110,000 – 12,000 AP¹), se vieron interrumpidos cada 20,000 años por épocas de calor y de alta humedad que permitieron la aparición de largos corredores de vegetación que se extendieron desde el Norte de África al Mediterráneo Oriental y la Península Arábiga. Las manadas de animales y los grupos homo sapiens que habitaban la parte nororiental de África aprovecharon la aparición de estas sabanas ricas en vegetación para aventurarse, quizá de manera inconsciente, hacia otros continentes².
2. Migración por invasión y ocupación. Hacia finales del siglo IV d. C. el avance de los hunos, pueblo multiétnico proveniente de Asia Central, alcanzó los territorios de los grupos germánicos que habitaban Europa oriental y central. Derrotados militarmente, expulsados de sus lugares de origen y viendo su estilo de vida amenazado, largas poblaciones germanas, de etnias distintas, buscaron refugio dentro de los territorios del imperio romano occidental. La convivencia entre romanos y germanos no fue sencilla. El imperio romano occidental terminó por caer a finales del siglo V d. C³.   
3. Migración por motivos de religión. En 1492 se anunció la entrada en vigor del Edicto de Granada para la totalidad de territorios que formaban parte de las Coronas de Aragón y de Castilla. Con el edicto, los Reyes Católicos buscaron imponer la unidad de fe en sus territorios, ello significaba forjar la cohesión social por medio de la eliminación de la herejía. Lo que se impuso con él fue la expulsión definitiva y sin excepción de la población judía, todo aquel que se atreviera a incumplir sería merecedor de la pena de muerte y todos sus bienes quedarían confiscados. Quedó abierta la opción de la conversión, es decir, de romper con el judaísmo y aceptar el bautismo en la fe católica, sin embargo, muchos prefirieron malbaratar sus bienes, gastar en el viaje y dejar su tierra natal, antes de abandonar la fe de sus ancestros. Cientos de miles de judíos españoles emigraron a Francia, Portugal, Italia, el Norte de África y el Imperio Otomano. A ellos, a los que emigraron después siguiendo su ejemplo, y a sus descendientes se les conoce como sefardíes⁴.
4. Migración por esclavitud. La Maafa es la migración a la que millones de africanos fueron forzados por el comercio de esclavos entre los siglos XVI y XIX. Portugueses, franceses, ingleses, holandeses y españoles, aprovechando el contacto con las sociedades africanas de la costa atlántica, intercambiaron armas y manufacturas europeas por esclavos con las tribus y reinos que estuvieran dispuestas a hacerlo. Los esclavos capturados eran individuos pertenecientes a los pueblos rivales de los socios africanos de los comerciantes europeos. Como esclavos, los cautivos perdían toda posibilidad de ser concebidos como seres humanos, se les trataba como mercancías; se cargaban en barcos con condiciones de traslado sumamente pobres -poco espacio, poca higiene, apilados unos encima de otros. En caso de ser necesario, eran tirados al mar para aligerar el peso de la nave durante una tormenta. Se trató de la migración violenta y forzada de una enorme cantidad de individuos provenientes de las zonas occidentales y centrales de África, que fueron llevados principalmente a las colonias americanas para ser utilizados como fuerza de trabajo en múltiples actividades⁵.
5. Migración por motivos económicos. En 1850 se desató un amplio y largo proceso migratorio en Europa, sobre todo entre población rural dedicada al campo y al trabajo en fábricas. El desarrollo económico que tuvo lugar en el viejo continente durante la Revolución Industrial ocasionó que los pequeños campesinos no pudieran competir con los nuevos métodos de cultivo masivo. Además, la oferta de la fuerza de trabajo en los centros de producción urbanos se volvió excesiva. En condiciones de desempleo y pobreza, europeos de todas las regiones emigraron a EEUU, Canadá, Brasil, Argentina y Australia, en busca de trabajo, de una nueva vida y de un futuro más prometedor. Al mudarse a otros continentes, los migrantes trajeron consigo la cultura de sus lugares de origen. La asimilación de estos grupos por parte de las poblaciones de los países receptores no siempre se dio en los mejores términos. Muchos fueron objeto de explotación y discriminación⁶.

Forzados o por voluntad propia, como seres humanos seguiremos migrando mientras continuemos existiendo.