Históricamente el ejercicio del poder en nuestro país ha sido concentrado en un individuo

La relación entre individuo y comunidad en la acción política es más bien problemática. A continuación presento un somero análisis de cómo ésta se ha expresado en la forma de hacer política “institucional”, centrándome específicamente en una singularidad histórica del sistema político mexicano: el presidencialismo. Ésto para mostrar la preeminencia de un individuo en el ejercicio del poder en nuestra sociedad y sus consecuencias, principalmente con Plutarco Elías Calles (1924-1928) y sobre todo con Lázaro Cárdenas (1934-1940).

Los gobiernos posrevolucionarios consolidaron la figura presidencial. Ya de por sí ésta estaba dotada de bastantes e importantes prerrogativas con la Constitución de 1917, que con el paso de los años éstas se fueron extendiendo, no en el plano constitucional precisamente, sino dentro del sistema político, mediante arreglos que preponderaban en todo momento la influencia y la acción presidencial.

En su conocida obra El presidencialismo mexicano, Jorge Carpizo señala que la capacidad de designar a su sucesor y tener la jefatura del partido oficial son facultades metaconsititucionales del presidente, es decir, no se encuentran normadas, sino que son ejercidas a discreción por quien está al mando del Ejecutivo. Es con Cárdenas que la figura presidencial se concibe como omnipotente, mediante alianzas se incita el culto popular no sólo a la persona, sino a la figura presidencial, a su poder. El “Presidente” no es más una persona, sino una institución.

¿Cuáles fueron las consecuencias de que un individuo reclamara para sí  facultades que la tradición democrática propone se disputen diversos agentes políticos y sociales? La principal fue la construcción de un sistema político autoritario, con una sociedad controlada –a través de mecanismos específicos como el corporativismo y clientelismo- y con el ejercicio del poder centralizado por el hombre en la presidencia.

Vemos así que históricamente el ejercicio del poder en nuestro país ha sido concentrado en un individuo, esto mediante instancias legales y prácticas que se volvieron “comunes”. Pese a los cambios en materia de pluralismo político en nuestros días, me parece atinado preguntar si esta concentración de capacidad-toma de decisiones ¿realmente se ha reestructurado de una manera democrática?

Imagen 1: Mural en honor a Lázar Cárdenas, por Jujomx [CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0) or GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html)], from Wikimedia Commons